El envejecimiento es un proceso que afecta a todos los sistemas biológicos del organismo incluido el sistema óseo (esqueleto axial y apendicular).
Los huesos sufren un proceso de deterioro que generará como resultado una disminución en la densidad mineral ósea y con ello, una mayor fragilidad.
En función del grado de reducción, se hablará de osteopenia o de osteoporosis, siendo esta última la versión mas agravada, y que por tanto, mayor riesgo de pérdida de consistencia ósea ante cargas externas. Así pues se ha constatado que a mayor grado de osteoporosis mayor riesgo de padecer fracturas óseas, ante cargas externas, e inclusos cargas internas (como un gran trabajo muscular).
Si a esta situación se le añade una reducción de la capacidad de equilibrio, tanto estático, como dinámico, obtenemos que las personas de edad avanzada tienen un riesgo muy grande de padecer caídas, y con ello fracturas traumáticas. Estudios sobre la estadística de esta combinación muestras que las fracturas de cadera (o de cuello femoral) son las más incidentes, además de representar la causa de complicaciones posteriores más graves, llegando a relacionar esta fractura con un acortamiento de la vida.
Por este motivo, se ha estudio en gran medida los factores de riesgo con tal de poder evitarlos, en la medida de lo posible, a continuación se presenta una tabla resumen de dichos factores:
Factores no modificables |
Género y edad. Etnia y localización geográfica. Degeneración cognitiva. |
Factores modificables |
Densidad mineral ósea. Riesgo de caídas. Participación en actividades físicas. Índice de masa corporal. Enfermedad crónica. Circunstancias ambientales. |
Debido a que tras una fractura de cadera, será el médico, el fisioterapeuta y el ortopeda quienes dictaminen la posibilidad de ejercitarse, y con que grado de libertad de movimiento (especialmente en los casos de artroplastia), el principal valor de la actividad física debe centrarse en la prevención.
A continuación se presentan los objetivos que la actividad física debería plantearse a la hora de influir positivamente sobre los factores modificables:
Factor modificable |
Objetivo |
Tarea principal |
Densidad mineral ósea |
Incremento de la densidad mineral ósea. |
Actividades que soporten el propio peso corporal. Ejecución de ejercicios estructurales (como el caso de la sentadilla). Posibilidad de combinar con plataforma de vibración. |
Riesgo de caídas |
Incremento del equilibrio tanto estático como dinámico. |
Ejercicios de equilibrio. Entrenamiento propioceptivo. Tai Chi. |
Participación en actividad física |
Incremento de la agilidad (movimiento y desplazamiento con el propio peso corporal). Incremento de la fuerza y potencia muscular de miembros inferiores. Mejorar la coordinación y patrón de marcha. |
Ejercicio de fuerza. Natación. Ejercicios de moderado impacto e intensidad. Subir escaleras. |
Índice de masa corporal |
Reducción del exceso de grasa corporal. |
Ejercicio cardiovascular. Planteamiento nutricional. |
El especialista deportivo en tercera edad y gimnasia integral planificaría el ejercicio par un periodo de 3-6 meses, repartiendo este tipo de actividades semanalmente en función de la disponibilidad de la persona y ajustando la dosis de cada tarea en función de unas valoraciones previas (para personalizar las cargas).
Referencia consultada:
Marks R. Physical activity and hip fracture disability: A review. J Aging Res 2011 ID 741918 doi: 10.4061/2011/741918.
Nota del autor.
El presente artículo pretende realizar una breve recomendación general para este situación médica particular, lo cual NO SUSTITUIRÁ NUNCA, ni el diagnóstico ni el tratamiento tano médico como fisioterapeútico que se pueda haber emitido. Así mismo, se recomienda que si usted padece la situación tratada a lo largo del artículo, se ponga en contacto con su médico, fisioterapeuta o prescriptor de ejercicio para que puedan realizar un estudio profundo y personalizado de su situación, pudiendo ajustarle al máximo la realización de ejercicio físico o el tratamiento más acertado para usted.