El coaching deportivo es un término que rara vez es expuesto cuando se habla de la preparación física de un deportista, a no ser que estemos hablando de niveles profesionales.
Sin embargo, esta técnica o disciplina puede aportar un gran número de ventajas, tanto para el deportista que se encuentra en pleno periodo de entrenamiento, como para su entrenador personal.
Es por ello que vamos a explicar con detenimiento en qué consiste el coaching deportivo, y cómo puede ser de útil a la hora de planificar los entrenamientos de un deportista.
¿Qué es el coaching deportivo?
El coaching deportivo es una técnica, proceso o método en el cual el entrenador incorpora la componente psicológica para modificar la actitud de un deportista, al cual está sometiendo a un entrenamiento.
Esta componente psicológica busca mejorar el rendimiento deportivo mediante la mejora de las habilidades mentales que se requieren durante el ejercicio físico, pero haciendo que esta mejora sea fruto de la reflexión del propio deportista.
Esto nos va a llevar a que el coaching deportivo sea capaz de hacer aflorar todas las habilidades y capacidades psicológicas del deportista y, con ello, mejorar el rendimiento deportivo.
Se trata pues de una herramienta de gran utilidad para todos aquellos entrenadores que buscan obtener lo mejor de sus alumnos, y ayudarles a conseguir de manera efectiva el objetivo que se han planteado alcanzar.
Motivación para conseguir algo, implicación en lo que se está haciendo, compromiso en la mejora de la técnica… son aspectos a contemplar dentro de lo que constituye el coaching deportivo.
El objetivo final del coaching es hacerle saber al deportista de lo que es capaz de realizar, y que sea consciente del camino que ha de seguir para conseguirlo.
¿Qué trabaja el coaching deportivo?
Cuando se trata de aplicar el coaching deportivo se va a tener que atacar directamente a los factores psicológicos, a diferencia de los entrenamientos deportivos convencionales, en los que evidentemente el trabajo que se realiza es físico.
El entrenador que aplique el coaching deportivo tratará de:
- Mejorar la concentración durante la práctica deportiva, lo que implica una mejora en la ejecución de los movimientos, o centrarse más en el objetivo a alcanzar en esa sesión.
- Aumentar la seguridad y la confianza en uno mismo. Cuando un deportista sabe que el objetivo que se ha planteado es posible alcanzarlo, se sentirá mucho más motivado al ver que lo tiene al alcance de la mano gracias al esfuerzo y al sacrificio.
- Evitar caer en el desánimo y en la frustración. Estos son uno de los mayores enemigos a la hora de alcanzar un objetivo, por lo que cualquier entrenador deberá saber gestionar la situación y ayudar a un deportista a superar esos baches y no decaer en su intento de mejorar físicamente.
- Hacer que el deportista se conozca a sí mismo, identificando sus puntos fuerte y sus puntos débiles, sabiendo así todo aquello que debe o bien potenciar, o bien mejorar y corregir. Esto es algo que va a ayudar a plantear objetivos realistas.
- Ayudar a identificar y a transformar aquello que se conoce como creencias limitantes, las cuales hacen que en multitud de ocasiones se abandone el objetivo planteado.
¿Cuáles son las características del coaching deportivo?
Cuando se aplica el coaching deportivo se busca, como ya hemos comentado, conseguir que aflore la mejor versión de un deportista a nivel psicológico y, con ello, trasladar esa mejora al plano físico.
Se busca hacer reflexionar al deportista acerca de aquello que ya posee, y aquello que debe mejorar para conseguir mejorar en lo deportivo.
¿Cuál va a ser una de las principales características del coaching deportivo? El hecho de no juzgar los resultados obtenidos, ni tampoco al deportista sobre el cual se está aplicando.
El coach deportivo en ningún momento entrará a valorar si una persona se está esforzando mucho, poco, si está realizando la técnica adecuada, si tal o cual ejercicio es más o menos adecuado…
No se pronuncian frases como “lo que deberías hacer es…”, o “el principal problema que tienes es…”
Se trata de que sea el propio deportista el que se dé cuenta de esos aspectos gracias a la figura del coach, de que poco a poco vaya creyendo en él o ella misma, de saber si están esforzándose al máximo y, también, a saber gestionar los éxitos y los fracasos.
¿Quién interviene en el coaching deportivo?
El proceso de coaching deportivo requiere, como hemos visto hasta este momento, de la presencia de dos figuras, y que son:
- El coach o entrenador: se trata de un profesional que ha sido formado en la disciplina del coaching deportivo, y que acompaña y asesora a una persona en su camino hacia el objetivo planteado.
- El coachee o entrenado: se trata de la persona que se pone en manos del coach para lograr mejorar su mentalidad, y cambiarla de cara al deporte y a los resultados obtenidos.
¿Qué hace el coach?
Como ya hemos comentado anteriormente, el coaching deportivo no busca valorar la actividad realizada por un deportista, ni decir que está bien hecho o mal, ya que para eso ya existen otras disciplinas que se encargan de ello.
El coach se encargará, pues, de:
- Hacer las preguntas adecuadas al cliente para que este consiga darse cuenta de las herramientas que el mismo posee para alcanzar la meta establecida. El coach no da respuestas a estas preguntas.
- Hacer que el coachee asuma la responsabilidad de ser él o ella mismo el que se encargue de avanzar a lo largo del camino de mejora que se ha planteado recorrer.
- No emitir ningún juicio de valor, ya que de esta forma se estaría colocando por encima del coachee, y en ningún caso se busca esa situación. Debe ser siempre el propio coachee el que encuentre la solución a sus problemas, siendo el coach la figura encargada de guiarle hacia esa solución.
Fases del coaching deportivo
Como ocurre en cualquier entrenamiento físico, a la hora de aplicar el coaching deportivo se deben atravesar una serie de fases, de forma que se constituye algo parecido a los que es la periodización o planificación deportiva.
Ser conscientes de la situación actual
Cuando un deportista opta por incluir el coaching deportivo en su vida deportiva, es porque busca mejorar ciertos aspectos.
En este punto inicial se trata de describir el punto en el cual se encuentra, y de identificar esos aspectos a mejorar,
Toma de conciencia
Entrenar antes de aplicar el coaching, y entrenar después de haberlo aplicado va a suponer un cambio en los hábitos de un deportista.
Un deportista debe ser consciente de que para alcanzar un objetivo existen diferentes caminos, algunos de ellos adecuados, y otros inadecuados.
Un buen coach debe, en este punto, ser capaz de abrir la mente del deportista, y hacerle ver a dónde puede llegar, y ubicar esta meta en el horizonte para poder avanzar hacia ella de la mejor forma posible.
Es un buen momento también para plantearse algunas cuestiones, como, por ejemplo, ¿por qué quiero esto?, ¿para qué lo quiero?, o ¿cómo lo quiero conseguir?
Querer
Tras haber ubicado la meta que se desea alcanzar, es el momento de hacer aflorar el sentimiento de deseo de llegar a dicha meta.
Este sentimiento va a ser el que suponga un cambio en la mentalidad del deportista, y el coaching busca promover dicho cambio.
En esta fase entran en juego todas aquellas creencias para poder hacer que la motivación del deportista se encuentre siempre en el punto máximo.
Por lo general, esta fase suele ser bastante crítica dentro del coaching deportivo, y por lo tanto es muy importante saber cómo actuar en ella.
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Saber hacer
Hasta este momento, el coaching deportivo nos ha permitido ubicar un objetivo y conseguir que las ganar de alcanzarlo y la motivación sea la máxima posible en todo momento.
Esto nos lleva al punto de tener que iniciar el camino hasta la meta, y este camino debe ser el más adecuado de todos.
Saber hacer requiere contar con los conocimientos adecuados y conocer las técnicas que se requieren para no salirse de este camino.
El coaching deportivo brinda herramientas, como son la visualización o las afirmaciones, las cuales ayudan a conseguir que el avance del deportista sea lo más firme posible.
Actuar o pasar a la acción
Esta última fase es en la cual se pondrá en práctica todas las bases que se han sentado anteriormente.
Se trata de mantener todos los avances a nivel mental y psicológicos obtenidos gracias al coaching, a la par que se empieza el ejercicio físico.
Esto se consigue con la generación de un plan de actuación o acción, por parte del mismo deportista, que lleve hasta el objetivo planteado.
¿Cómo aplicar el coaching deportivo?
El coaching deportivo es una relación entre las dos figuras que ya hemos tratado en este texto: el coach y el coachee.
Se trata de una serie de sesiones individuales en las cuales estas dos figuras cuentan con un ambiente de privacidad y confidencialidad, necesarios para que puedan salir a la luz todas las motivaciones, miedos y ambiciones del deportista.
Se debe buscar crear un plan estratégico o de acción en el que se plasmen los objetivos y las metas, a las cuales deben acompañar la conciencia, la responsabilidad y el compromiso por parte del coachee.
Para ello el coach deberá ser capaz de aumentar la autoestima, la confianza y motivación de su cliente.
Las creencias limitantes y el coaching deportivo
Las creencias limitantes son uno de los puntos clave dentro de la disciplina del coaching deportivo, y que constituyen una de las barreras a romper en ese camino hacia la meta establecida.
Estas creencias limitantes son todos aquellos pensamientos que todos y todas hemos tenido alguna vez, y que hacen que la realidad sea interpretada de una forma que haga que se limite el potencial físico.
Estas creencias limitantes suelen aparecer en momentos de gran exigencia física, en momentos en los cuales no se ha alcanzado un objetivo, o simplemente son los pensamientos predominantes en algunos tipos de personalidades.
No voy a poder conseguirlo, yo no valgo para esto, mi constitución no me permite mejorar más de lo que ya lo he hecho…
Estos son algunos ejemplos que seguramente, en más de una ocasión, nos han venido a la mente durante una sesión de entrenamiento.
El coaching deportivo va a buscar hacer frente a estas creencias limitantes, identificándolas y logrando que el deportista se dé cuenta de que esos pensamientos únicamente suponen un freno mental, pero no físico.
¿Dónde nace el coaching deportivo?
El coaching (a secas) es un término que en la actualidad se encuentra muy de moda, ya que se aplica en diferentes ámbitos, como por ejemplo el laboral para mejorar la obtención de resultados por parte de un trabajador.
Sin embargo, el origen del coaching tiene lugar dentro del mundo del deporte, en los Estados Unidos de los años 70 gracias a Timothy Gallwey, jugador de tenis de la época y que más tarde se hizo entrenador.
Gallwey se dio cuenta de que el plano psicológico es fundamental para un deportista que quiere obtener resultados notables, e incluso terminó publicando un libro (The inner game of tennis), cuyos conceptos expuestos empezaron a ser aplicados en otros deportes.
Estos conceptos se basan en la Psicología Positiva, en la Neurociencia y en la Inteligencia Emocional, las cuales se aplican a la mentalidad de un deportista con el objetivo de hacerle ver a dónde es capaz de llegar.
Beneficios del coaching deportivo
Recurrir al coaching deportivo en cualquier momento de la carrera de un deportista va a suponer contar con una serie de beneficios como son:
- Permite obtener el máximo potencial de un deportista: aprender a desarrollar sus propios recursos y habilidades va a ser una herramienta muy útil.
- Permite superar las creencias limitantes: ya hemos hablado de este concepto anteriormente, y de cómo el coaching ayuda a romper este factor que impide avanzar hacia nuestro objetivo.
- Ayuda a gestionar las emociones: las emociones son uno de los elementos que más nos mueven (o frenan) a la hora de conseguir resultados. El coaching permite controlar estas emociones evitando que nos hundan moralmente, o que un exceso de júbilo nos haga confiarnos, por ejemplo.
- Mejora la concentración: cuanto más concentrado esté un deportista, más atento a la actividad deportiva se encontrará. Ello implica tener la mente puesta al 100% en realizar los movimientos adecuados, en tener presente el plan establecido, y en ser conscientes de que se debe alcanzar el objetivo planteado.
- Convierte a un deportista en su propio líder: cuando un deportista contrata los servicios de un entrenador personal, van a existir muchas situaciones en las cuales contará con su compañía durante el entrenamiento.
Sin embargo, aquellos días en los que entrene solo, o cuando ya prescinda de los servicios de este profesional no va a poder contar con la ayuda psicológica que este supone.
El hecho de haber aprendido a gestionar las propias emociones, a saber de lo que se es capaz de alcanzar, y como avanzar en ese camino, dotará a un deportista que ha sido entrenado dentro del coaching deportivo en una persona capaz de ser su propio líder y saber cómo actuar en cada momento, cuánto exigirse y cómo hacerlo.
- Puede ayudar a mejorar la relación dentro de los equipos deportivos: el coaching deportivo es algo que suele aplicarse de manera individual. Sin embargo, pueden aplicarse estas técnicas de manera colectiva a equipos de fútbol, baloncesto, rugby…
La unión dentro de un grupo es algo fundamental para que todo fluya de la manera adecuada, y el coaching ayudará a que aumente ese sentimiento de pertenencia a un grupo, la disciplina, el compañerismo o la relación entre personas dentro de los equipos.
- Ayuda a ser más realistas: uno de los principales problemas que aparecen cuando alguien se plantea mejorar su rendimiento deportivo o su físico es el de establecerse un objetivo difícilmente alcanzable.
Lo más habitual en estos casos es que, ante la dificultad o imposibilidad de alcanzarlo, aparezca un sentimiento de frustración y, con él, el deseo de abandonar la actividad deportiva.
El coaching deportivo enseña a un deportista a plantearse objetivos realistas, y con una planificación deportiva adecuada, en el medio y largo plazo, para poder llegar a alcanzarlos.
¿Dónde estudiar coaching deportivo?
Ya hemos visto que el coaching deportivo es una herramienta muy útil, tanto para el propio deportista que busca mejorar, como para un coach que quiera incluir esta disciplina a sus habilidades y competencias laborales.
Actualmente existen un gran número de escuelas en las principales ciudades de nuestra geografía que ofertan cursos de coaching deportivo.
Sin embargo, existe también la opción de formarse a distancia gracias a cursos online que ofrecen escuelas de gran nivel, por lo que la distancia ya no supone ningún problema para todas aquellas personas que busquen aumentar su valor en el mercado laboral.
Trabajo como coach deportivo
Trabajar como coach deportivo es una tendencia que se encuentra en auge actualmente, ya que se trata de una figura que ha ido ampliando su campo de trabajo más allá del deporte de élite.
Cada vez más son las personas que buscan mejorar más allá de lo físico y de lo estético, y que quieren mejorar su motivación y la forma de pensar respecto a lo que supone esforzarse, sufrir, ser disciplinados y constante, con el objetivo de obtener algo.
El coach deportivo es, por sí mismo, una figura profesional que puede ejercer esta labor tanto por cuenta propia, como formando parte de una plantilla de personal técnico de cualquier centro o equipo deportivo.
Además de esto, el coaching deportivo es una herramienta complementaria perfecta para cualquier entrenador personal que busque trabajar el plano psicológico de sus clientes, mejorando así los resultados obtenidos.